La calle Larios termina en la Plaza de la Constitución, la cual ha sido la plaza por antonomasia de la ciudad a lo largo de toda su historia. En principio se tomó por la intersección de cuatro calles y desde la Edad Moderna se encontraban en ella edificios emblemáticos, como la cárcel, el Ayuntamiento, Las carnicerías, el Corregimiento y Casas del Cabildo. Fue escenario de fiestas, corridas de toros, ajusticiamiento y celebraciones religiosas. Su aspecto actual se debe a las remodelaciones del año 2.002. La pieza más importante es la Fuente de Génova o de Carlos V.
Hay dos paradas en ella, una para visitar el edificio de la Sociedad Económica de Amigos del País y la otra para entrar en la Iglesia del Santo Cristo de la Salud. Su buena ubicación, hace que desde ella, se pueda ir a varios sitios de interés, ya que tiene diversas salidas que comunican con La Plaza de la Merced, la Catedral y con las principales calles comerciales.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario